¿Cuánto dar de propina en el salón de uñas?

¿Vas a hacerte una manicura? Además de escoger el estilo y color perfecto, es importante tener en cuenta la etiqueta del salón de uñas, especialmente las propinas. Aquí te contamos cuánto es apropiado dar de propina a tu manicurista, qué considerar al momento de dar propinas y otras normas de cortesía en el salón.

Además, hay que seguir la etiqueta del salón de manicura, incluida el tema de las propinas.

A continuación te explicamos cuánto debes dar de propina a un técnico de uñas, qué debes tener en cuenta a la hora de dar propina y otras normas de cortesía del salón de manicura.

¿Debes dar propina a tu manicurista?

Cada vez que entras en un salón de manicura, estás haciendo un acuerdo tácito para actuar con respeto, y eso incluye dar propina por los servicios prestados.

De manera inequívoca, puedes asumir que el precio que figura en el menú del salón de manicura no incluye la propina a menos que se indique lo contrario, por lo que debes presentarte a tu cita preparada para añadir una propina al final al coste indicado del servicio.

¿Cuánta propina hay que dejar?

Al igual que en los restaurantes y los salones de peluquería, la norma del sector para dejar propina en el salón de manicura oscila entre el 15 y el 20 por ciento, y en general se recomienda que si has recibido servicios adicionales o diseños especiales, se agradezca un mínimo del 20 por ciento.

Además, si alguien va más allá, puedes mostrarle tu agradecimiento con una propina que lo refleje. Los costes de los servicios de uñas varían, pero entre el 15 y el 20 por ciento es una buena regla general.

Aunque no hay ninguna norma que obligue a dar propin, los técnicos de uñas suelen apreciarlo. Si eres asidua y vuelves a la misma manicurista cada vez, puede ser un detalle extender la oferta y planificar con antelación la propina en efectivo.

¿Y si no estoy conforme con mi manicura?

Si por alguna razón no estás contenta con los resultados, procede con educación. La comunicación es clave en el salón de manicura, así que asegúrate de ser comunicativa sobre qué tipo de manicura quieres, qué color, qué forma y otras opciones antes de empezar.

Además, si notas que algo no está correcto o no es de tu agrado durante la cita, es mucho mejor comunicarlo inmediatamente en lugar de esperar hasta después. De este modo, el técnico tiene la oportunidad de ajustar o solucionar cualquier problema durante la cita.

La etiqueta dictaría que la propina es siempre habitual por un servicio completado, así que es mejor intentar llegar a una solución que funcione para todas las partes antes de considerar no dar propina.

Tampoco hace falta decir que siempre hay que llegar puntual a la cita y que no se debe hablar por teléfono mientras se está en el salón de manicura para ser considerada con los demás.

Con cada estación, hay un nuevo y bonito color de uñas esperando para adornar tus dedos, y ahora ya estás lista para concertar esa cita.